Belfast, Irlanda del Norte.– Las noticias falsas han servido como eficaz herramienta para desestabilizar gobiernos, arruinar campañas políticas, destruir la credibilidad de personas antisistema, validar acciones militares, estigmatizar creencias, apoyar ideas y atraer seguidores en plataformas digitales de negocios, comunicación y periodísticas. Las llamadas “fake news” son virales y un cáncer que invade las redes sociales y se extiende hasta cumplir su objetivo: minar la verdad para crear dudas e incertidumbre en la población.
Amnistía Internacional (AI) y otras organizaciones han desarrollado estrategias para detectar y comprobar fotografías, videos y datos publicados en diferentes soportes digitales (hasta en cuentas de twitter de funcionarios de gobierno). Ante la avalancha de información, expertos como Milena Marin, asesora de investigación táctica de Amnistía Internacional, han logrado formar miles de voluntarios en el mundo para trabajar en proyectos específicos para evidenciar engaños mediáticos y proteger los derechos humanos de las personas.
Milena Marin…
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